martes, 22 de marzo de 2011

Capitulo 4: la nueva familia

Llegaron a la casa, Tamara tenia un nudo en el estomago de los nervios, iba a conocer a su padrastro, aquel que en sus peores pesadillas le podría enviar a un internado, a la mili... a todo lo que se le ocurriera en su mente peliculera.

Bajaron del coche, a la vista era una casa maravillosa, la fachada era de color celeste cielo, algo un poco atípico, tenia dos plantas, como su antigua casa, y un gran tejado, no podía ver mucho mas desde fuera, puesto que la casa estaba vallada, su madre saco una gran llave y abrió unas gigantescas puertas, y el camión de mudanza entro…

Lo que veían sus ojos era bastante hermoso, una amplio jardín, una barbacoa, varias hamacas, y lo que mas le había llamado la atención, una preciosa piscina… se notaba que el nuevo novio de su madre era un ricachon…

El camión se quedo descargando las cosas y entraron dentro de la casa, allí estaba su nuevo “padre”, a primera vista le pareció bastante atractivo, su madre tenia buen gusto, los presento e intercambiaron unas cuantas palabras de cortesía, o hacia muy bien un papel o era un tipo bastante simpático y amable, quizás no fuera a ser tan difícil convivir con el…

Dejo a su madre ablando con el y haciéndose varios arrumacos, que raro le resultaba ver a su madre con otro hombre que no fuera su padre…

Se alejo de allí y empezó a inspeccionar la casa, un amplio comedor, una bonita cocina, varios baños, tres dormitorios, un sótano, una alcoba, y dos terrazas, también había una especie de despacho, seria para que su padrastro trabajara, entro a lo que se suponía que seria su nuevo cuarto y empezó a colocar sus cosas, ya estaba amueblado, tardo dos oras en colocar todas sus cosas y se tumbo a descansar en su nueva cama, era bastante cómoda, la verdad que tenia un bonito cuarto, y encima una terracita en el.
Encendió el ordenador que acababa de poner con varias dificultades y miro el correo, nada, Carlos no le había enviado ni un simple correo, decidió llamarle
- ¿si?
- soy yo, puedo esperarme sentada a que me llames
- Tamara cariño no he podido antes, he estado muy ocupado, tengo mañana un examen muy importante
- ¿y eso es motivo para que no me escribas un simple mensaje?
- ya se que no es excusa pero de verdad que no he tenido tiempo
- no seas hipócrita Carlos, no te has acordado de mi en toda la tarde, seguro que has estado por ahí con Raúl, y has perdido la noción del tiempo
- te juro que si he pensado en ti, Raúl también esta un poco mal, no se saca de la cabeza a celia
- celia le ha dicho claramente que no quiere nada con el, pero ese no es el tema, el tema es que pasas de mi, y yo he conocido a alguien, y como sigas pasando de mi te arriesgas a que te sustituya

¿Qué ganaba con decirle eso a Carlos? Estaba recriminándole y ella en realidad tampoco había pensado mucho en el, y tampoco podía decirse que conociera al chico del autobús con el que solo había hablado durante unos minutos, pero Carlos tampoco se iba a enterar, solo quería acojonarlo un poco haber si reaccionaba

-de verdad que no va a volver a suceder, perdóname, tengo ganas de verte, tengo ganas de que lo hagamos

¿Otra vez? Solo llevaban cerca de tres semanas y no paraba de decirle lo mismo, no estaba preparada para hacerlo, Carlos se pensaba que ella no era virgen, y la verdad, no quería perder la virginidad de cualquier manera… no veía a Carlos siendo el primero, estaba harta de darle excusas, pero por una mas…

- ya lo hablaremos, tengo que colgar ya, tengo que colocar varias cosas –mintió-
- vale, pero piensalo, te quiero cielo
- venga buenas noches

Como odiaba Tamara esa palabra, te quiero, y más que la dijera a la ligera, estaba harta de tíos que le regalaban los oídos, que le prometían que todo seria perfecto y que la tratarían como una princesa y luego se encontraba en un charca con un sapo, rodeada de mierda…

Odiaba a los tíos que eran unos lobos con piel de cordero, odiaba no poder sentir nada, que no se le moviera ni un trozo de su corazón, que no le temblaran las piernas cuando veía a Carlos, no ser adicta a sus besos, odiaba no conocer a alguien que fuera especial, a alguien que le subiera a las nubes sin que tuviera que moverse, algún día alguien llegaría, y ella le estaría esperando con todas sus ganas….

Para Tamara, para- se dijo a si misma.- has visto demasiadas películas en las que todos son felices y comen perdices, la vida no es así, la vida es jodida… sumida en sus pensamientos como de costumbre se duerme encima de su cama nueva, sin quitarse siquiera la ropa.

Jadea, tiembla, esta muerto de frió… lleva un gran rato caminando, ha llamado a su padre y le ha dicho la dirección de la nueva casa, ha hecho sus maletas y se dirige hacia allí, el viento frió de la noche se le mete por los huesos, le tiembla hasta el ultimo recoveco de su cuerpo, que ganas tiene de que le den calor…

Llega por fin a la casa, su padre esta esperándole en la puerta, le presenta a la mujer con la que se ha juntado, parece simpática, pero ni rastro de la supuesta hija, se habrá acostado ya, será pequeña, habla un poco con esa extraña mujer y se sienta en el sillón de su nuevo salón y empieza a hablar con su padre.

-Iván hijo, espero que te empieces a acostumbrar pronto a esto, no es mi intención fastidiarte y lo sabes
- ya lo se, me he alterado un poco, pero te juro que voy a intentar acostumbrarme cuanto antes a todo esto, por el bien de todos, si me lo permites me gustaría acostarme, estoy cansando, siento haberte preocupado
- sabes que no me puedo enfadar contigo, arriba el primer cuarto a la izquierda, acomódate, ya empezaras el colegio el lunes
- de acuerdo, buenas noches papa
- buenas noches hijo

Iván se dirige a su cuarto, ha de reconocer que por lo menos han comprado una casa bonita, sube las escaleras sin hacer apenas ruido y se dirige al baño, se cepilla los dientes y se hecha un poco de agua en la frente, le duele bastante la cabeza.

Recorre el largo pasillo y entra en su cuarto nuevo, es bastante amplio, y ya tiene dentro todas su cosas, deja la maleta que ha traído y se quita la ropa, dejando su cuerpo cubierto solo con unos calzoncillos blancos.

Se acuesta y empieza a pensar, le viene a la cabeza la supuesta hija que tiene la nueva mujer de su padre, seguramente será una niña pequeña, traviesa y insoportable, nunca le han gustado los niños, encima le harán que haga de canguro, o quizás es mas mayor, de su edad, quizás es guapa… le da igual….

Ya no confía en las tías, todavía tiene gravado en su mente como su ex novia se la pego con su mejor amigo… algo muy típico…

Pasa, no merece la pena ni que piense en ellos…

La verdad también esta arto de compadecerse, si el no cambia su vida, nadie lo ara por el, tiene que empezar a cambiar de actitud, tiene que hacerlo para empezar a ser feliz, pero no es el que esta mal, si no el mundo en el que vive, después de calentarse la cabeza un buen rato se le cierran los ojos.

Una leve brisa entra por el cuarto de Tamara, eso le hace despertarse, hoy es viernes pero fiesta, por lo que no tiene que ir al instituto, eso le alegra, pero también se acuerda de el chico del autobús, se levanta de la cama y mira el reloj, son las 12 y media, se pone las zapatillas y se asoma al balcón, corre una brisilla muy relajante, se fija en que al lado ay otra terraza como la suya, en el cuarto que no ha entrado, sigue observando el cielo, esta un poco nublado, de repente escucha una puerta, es la puerta de la terraza de al lado, se queda observando y sale un chico, un chico en calzoncillos, Tamara se pone como un tomate ¿Quién es?

Es… es guapísimo, mas incluso que Sergio, tiene un cuerpo perfecto, y unos ojos verdes que hipnotizan, se queda un rato embobada y reacciona, ella lleva un pijama de padre de familia un poco infantil, ambos se están mirando sin decir palabra, empieza a sentirse incomoda, parecen dos estatuas, le entra una risilla nerviosa y sale rápidamente de la terraza sin decir nada…

Inmediatamente se arrepiente, ha quedado como una entupida, ¿pero quien seria? ¿Y si era un ladrón? Lo duda, no tiene entendido que haya una nueva moda de robar en calzoncillos y en plena luz del día…

Pero entones… ¿Quién era? Su madre no le había dicho nada de que iban a vivir con nadie mas, ni de que su padrastro tuviera algún hijo o algo por el estilo, seria su hijo, por su aspecto no tendría mas de 18…
se pone hasta nerviosa…

En la habitación de al lado...

¿Quien era esa loca? ¿Porque se ha ido corriendo?
Seguramente seria la hija de su madrastra, le había dejado completamente embobado, y seguramente ella se habría ido porque el estaba en calzoncillos, habrá pensado que es un pervertido…

Pero el solo pensaba una cosa… lo que le acababa de pasar

Hay momentos en los que personas se cruzan, y cuando sus miradas se encuentran, el pasado y el futuro pierden completamente su importancia, solo existe aquel momento…

Es lo que acababa de pasarle, al fin y al cabo iba a estar bien y todo vivir en esa casa…

Se puso un pantalón y una camisa y bajo a desayunar con una sonrisa de oreja a oreja, no tardaría en encontrarse a aquella chica de ojos azules con su gracioso pijama de padre de familia, y eso era lo único que le importaba en ese momento.

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