sábado, 14 de mayo de 2011

Capitulo 23: organización de la fiesta

Tamara esta harta de discutir. Tiene que conseguir ir a la fiesta. Tiene que ver a Carlos. Hablar de muchas cosas con celia.

-te he dicho que no y es no
-pero mama. Por favor, a partir de ahora no faltare más
-ya no es solo eso. ¿Tu padre que?
-le veré el domingo. Eso no es excusa. El tampoco estuvo conmigo la semana pasada porque tenía “cosas” más importantes que hacer. Además si veré a papa. Estaré con el hasta la ora de la fiesta.
-me da igual. No vas a ir a ninguna fiesta

Iván se levanta de la cama. Lo han despertado con los gritos descomunales que están dando abajo. Se pone una camiseta y baja a ver que pasa. Se encuentra a Tamara y a su madre discutiendo y se pone a escuchar. Ya sabe por donde va el tema.

-esmeralda déjala ir. ¿Tamara nunca ha dado problemas no? ¿No suspende no? Ha tenido que adaptarse a esta casa. Podrías dejarla que se divierta con sus amigos
-esta bien te dejo ir. Pero con una condición. Iván va contigo. El se encargara de que no hagas tonterías.

Tamara pone cara de pocos amigos. Ir con Iván a la fiesta puede estar bien. Pero mezclar a Carlos con Iván no es tan buena idea.
Al finan ambos ceden y Tamara sale de casa para coger el autobús. Estará en casa de su padre hasta la hora de la fiesta. Se siente un poco vacía. No ha cruzado palabra con Iván desde anoche.
Llega a casa de su padre y se pone a echar la siesta. Necesita descansar un poco.

Iván esta en casa tocando la guitarra. Empieza a cantar cosas sin sentido. Mira el reloj. Ya son las siete. Tiene que empezar a vestirse para la fiesta. No le apetece para nada ir. No pinta nada. Solo habrá amigos de Tamara. Le consuela que quizás haya alguien que conozca de clase. Deja la guitarra y abre su armario. Toca vestirse.

Tamara se levanta de la siesta perezosa. Faltan dos horas para la fiesta. Toca la sesión de chapa y pintura. Baja a la cocina a tomar unos cereales para retomar fuerzas. Su padre tampoco esta ahí. No entiende para que va a verlo, nunca esta.
Se sienta en el sofá a degustar tranquilamente sus cereales de chocolate. Enciende la tele. Están reponiendo la película “scream”. Eso hace que se acuerde de alguien.
¿Por qué no para de pensar en Iván? Se esta obsesionando.
Pero es culpa de el. Si no la tratara así no estaría en las nubes.
Carlos. Embarazo. Fuera de su cabeza Iván.
Sube al que ha sido su cuarto siempre y abre la maleta. En ella lleva unas cuantas opciones de ropa.
Se pone primeramente un vestido blanco. Demasiado elegante.
A continuación prueba suerte con unos shorts blancos y una camiseta negra de tirantes bastante escotada. Se pone unos tacones negros a juego.
En la casa hay un silencio sepulcral. No lo soporta. Enciende la radio.
Suena una canción bastante rítmica. Tamara se sube a la cama y empieza a bailar. Se pasea por toda la casa cantando. Sigue así, durante un rato se siente animada. Decidido. Ya tiene la ropa.

Miguel esta en casa. Al final no tuvo las agallas de quitarse la vida en la carretera. Pero lleva dos días horribles. No coge el teléfono a nadie. Sofía esta muerta. Su corazón también.
La pobre no podría soportarlo más. Llevaba 2 años metida en la cárcel.
Se maldice por no estar el debajo de la tierra.

Falta una hora para la fiesta. Tamara comienza a maquillarse. La cuestión es ¿Qué se hace en el pelo? Normalmente lleva el pelo rizado y suelto.
Opta por ponerse el flequillo al lado y alisárselo. Todo el proceso le lleva su tiempo.
Al fin termina y mira el reloj. Marca las 9 y media.
Se hecha un poco de colonia de fresa y sale de casa. La casa de celia no esta muy lejos, pero opta por coger el autobús como siempre.

Son las 10. Celia esta en su casa nerviosa. Ha comenzado a llegar la gente. Pero la persona que mas ganas tiene de ver todavía no ha llegado ¿Dónde estará Sergio?
Este sale inmediatamente de su cabeza. Alguien que no recuerda haber invitado ni conocer llega a la fiesta.
Celia se queda hechizada.
Un chico moreno y alto entra por la puerta. Sus ojos verdes iluminan toda la habitación.
Va vestido con unos vaqueros y una camisa azul. Parece despistado, como si estuviera buscando a alguien. Celia toma aire y se dirige a el.

Tamara sube al autobús. Comienza a reírse.

-¿habrá algún día que no te encuentre aquí Gaspar?
-yo no tengo la culpa de que me persigas

Gaspar sonríe y saluda a Tamara con un beso en la mano

-¿Qué galán de repente no?
-la ocasión lo merece, ¿Dónde vas tan preciosa? ¿Nos vamos a casar hoy y todavía no me enterado?
-no, eso esta aplazado. Voy a la fiesta de una amiga
-¿y no estoy invitado?
-me temo que no

Gaspar pone cara de resignación. Comienzan a hablar del asunto bombo. Tamara le informa que todavía no se ha hecho la prueba.

-tienes que dejar de aplazarlo
-lose. Me bajo en esta. La próxima vez que nos veamos te juro que sabré si mi vida va a cambiar para siempre o no
-pásalo bien. Si al final da positivo hay sitio en mi casa. Sabes que me encantan los niños

Gaspar sonríe y guiña un ojo a Tamara. Esta baja del autobús y llama a la puerta de celia. Un chico de clase abre.
Lo primero que ve al entrar es a Iván. Va bastante guapo. Se queda un rato observándolo. Se acerca y lo saluda.

-que elegante Iván
-¿no vale decir eso de me he puesto lo primero que he pillado no? Antes se me ha acercado una amiga tuya. Creo que me estaba comiendo con los ojos.

Tamara se ríe. Seguro que ha sido celia. No hay nadie mas descarada que ella.

-¿se llamaba celia? Ella es así. Intégrate un poco. Voy a hablar un rato con ella
-vale. Déjame aquí solo. Ya vendrá alguien a hacerme caso
-tonto

Tamara se aleja. Iván le arruga la nariz desde donde esta. Va más guapo que nunca, y eso ya es difícil.
Por fin encuentra a celia y entre bailes, copas y confidencias la pone por fin al día.

-pues si que me perdido cosas cariño
-hubieran estado bien si no se hubiera añadido lo del “embarazo”
-hazte la prueba de una vez y sal de dudas. Por cierto ¿de verdad que ese es tu hermanastro? Si viviera en mi casa ya me lo hubiera tirado
-bruta
-si lo que tu digas, mira quien viene por ahí

Carlos se acerca lentamente. Viene sonriendo. Sonríe demasiado. Se acerca a Tamara y la besa.

-joder Carlos, apestas ¿ya has bebido?
-pues claro. Bebida gratis ¿tu que crees nena?
-eso no significa que tengas que ponerte trompa desde el minuto uno
-lose. Ahora vengo cielo, vuelvo a tener la boca seca

Carlos se va dando tumbos de un lado para otro. Ya le cuesta mantenerse en pie. Tamara empieza a estresarse.

-tía, tranquila. Se me ocurre algo para estar de buen rollo
-¿el que celia?
-el juego que mas me gusta de las fiestas. “pasarse el hielo”

domingo, 1 de mayo de 2011

Capitulo 22: el pez

Tamara abre los ojos. Ve a Iván. Este le esta acariciando el pelo.

-¿Por qué siempre que te llevo a algún lado te duermes?

-porque me relajo demasiado

Iván saca algo de su bolsillo. Se lo enseña a Tamara.

-¿me has hecho fotos mientras que dormía tonto?

-si. Parecías un angelito

Tamara coge la cámara y se hacen unas cuantas fotos. Comienzan a verlas. En todas las fotos destacan los ojos claros de ambos y la sonrisa de Iván.

-¿quieres que este mejor? Consígueme un pez, siempre he querido tener un pez

Lo dice de broma, pero Iván no lo entiende como tal. Se quita la camiseta y salta de la barca. Tamara empieza a reírse.

-sal del agua loco. No lo decía enserio

-de aquí no salgo hasta que consiga el maldito pez

Iván nada sin parar. Tamara esta en la barca muerta de frió. Tiene que ser bastante tarde. Necesita dormir. Mañana tiene la fiesta y tiene que estar fresca. Mira el móvil. Son las 4 de la mañana.

Tamara salta dentro del agua. Sube a la espalda de Iván.

-deja mejor lo del pez. Con que me des un paseito me conformo

Iván empieza a nadar de un lado a otro, subiendo y bajando. Tamara no para de reír.

-ahora flota. Te voy a desplazar

Tamara hace caso e Iván empieza a moverle. Tiene las manos puestas encima de su cintura. Cerca de su culo. No muy lejos de sus piernas.

Se empieza a poner tensa y deja de flotar.

-Tamara no te vas a creer lo que he encontrado

Suben a la barca y empiezan a secarse un poco. El torso desnudo y mojado de Iván es una autentica tentación.

Se empieza a poner la camiseta y al hacerlo se le ven unos calzoncillos rojos típicos de nochevieja.

Iván le mira directamente a los ojos. Sus ojos brillan. Se ven más hermosos que nunca con la oscuridad de la noche. Además el toque de su pelo mojado le hace aun más sexy.

-¿y que es eso que has encontrado?

-mira

Iván abre las manos. Tamara sonríe. Es una auténtica coincidencia. En las manos de Iván hay un pequeño pececito de madera. Es un llavero.

-¿Cómo es posible?

-yo puedo hacer todo posible

-¿no lo tendrías preparado?

-claro. Yo sabía de antemano que me ibas a pedir que cogiera un pez. Imbecil.

Tamara abre la boca intentando mostrar enfado. Iván coge las manos de Tamara y le pone el llavero dentro. Después de ello empieza a tiritar.

-toma. Ponte mi chaqueta. Tienes que estar congelado

-gracias

-¿eso es todo? Yo también hago cosas por ti ¿y así me lo agradeces Iván?

Este sonríe mostrando una sonrisa traviesa. Se acerca lentamente a Tamara. Ella se pone a temblar. Iván se acerca más y más hasta estar a menos de un centímetro de su cara. Se sitúa en su cuello y le da varios besos en el. Lentos. Suaves.

Tamara esta al borde del colapso. No siente alguna mariposa en el estomago, siente el nido entero.

Igual que Iván se ha acercado empieza a alejarse.

-¿nos vamos ya o todavía no estas satisfecha?

-nos vamos

Ambos sonríen y se pasan el camino de vuelta en silencio.

Tamara se agarra a la cintura de Iván como siempre. La moto es una de las mejores excusas para estar tan cerca de el. Lo de los besos en el cuello ha sido realmente sensual. Se le ha puesto la piel de gallina.

¿Por qué se comporta así con ella?

Llegan a la casa y entran en silencio. El reloj de la cocina marca las 5 y cuarto de la madrugada. Suben las escaleras. Iván no dice nada. Solo sonríe tiernamente y da un beso en la mejilla a Tamara.

Esta entra en su cuarto. Todavía esta alucinada.

Solo ha sido un beso en el cuello. Nada más. Para el solo habrá sido un juego.

Abre sus manos. En ellas lleva el llavero que Iván ha encontrado en el fondo del mar. Ha sido realmente mágico.

¿Por qué estando con Carlos no siente nada y con las palabras de Iván y su manera de comportarse con ella se le acelera el corazón mil veces más?

Tiene que admitirlo de una vez. Le gusta Iván. Pero también le gusta Gaspar. Le gustan todos menos el que es su novio.

Esta hecha un lió. Tiene que dejarse de tonterías y concentrarse en Carlos.

Tiene que hacerse la prueba de embarazo de una vez. Mañana en la fiesta se la hará. Allí estará Carlos y será el momento mas adecuado.

Se acuesta en la cama y se duerme. Con el llavero del pez en la mano y recordando en su mente el olor tan maravilloso de Iván.

El despertador suena. Son las 10 y media. Celia se levanta y empieza a vestirse. Tiene que preparar muchas cosas. La fiesta es a las 10 y va a ir muchísima gente.

Sale de su cuarto y empieza a preparar las mesas. Dentro de una hora vendrán las bebidas que pidió. También tiene que buscar la música. Se le amontona el trabajo.

Pero por una vez después de tantos días se siente animada. Seguro que la fiesta será un éxito.

Sergio se despierta. Alguien ha tocado a la puerta de la habitación. Abren sin preguntar. Es Efraín. Viene con un regalo en la mano.

-¡dios mío! ¿Qué haces aquí? Mira como estoy


Efraín comienza a reírse. Sergio esta en la cama con un pijama realmente ridículo y unas sabanas de la sirenita.

-tu madre me ha dejado pasar. Tenia ganas de verte

Las palabras de Efraín enternecen a Sergio

-Anda ven que en los mundos de la sirenita hay espacio para todos. Siéntate.

Efraín se acerca y se mete en la cama. Da un beso a Sergio y le entrega el regalo. Este lo abre. Es el libro “el cuaderno de Noah”.

-muchas gracias. No tenías que haberte molestado. Si te soy sincero no conozco el libro.

-hay también una película. Me gustaría que la viéramos juntos.

-¿no decías que íbamos a ir despacio?

-lose. Debería dejar que las cosas siguieran su curso. Pero te miento si te digo que no he pensado en ti toda la noche.

Sergio sonríe y da un beso apasionado a su “amigo”

-¿Cuándo la vemos entonces?

-¿esta noche?

-tengo una fiesta de una amiga. Puedes venirte si quieres

-¿no le importara?

-no creo

Efraín sonríe y abraza a Sergio. Se quedan tumbados en la cama sin hacer nada. Disfrutando simplemente de la compañía del otro.

Tamara se levanta. La felicidad de ayer se le ha esfumado. Por mucho que llore y patalee no consigue nada. Esta harta de suplicar. Su madre no cede. Ha llegado una carta con las faltas del instituto.

No sirve nada de lo que hace. No la dejan ir a la fiesta.

Capitulo 21: el comienzo de la noche

Efraín y Sergio caminan cogidos de la mano. Parece que llevan juntos desde siempre.
Llegan a la puerta de Sergio. Ninguno sabe bien que hacer.

-gracias Efraín, me lo he pasado muy bien hoy
-yo también, pero quizás estoy yendo uno poco rápido
-no se si estaremos precipitándonos, pero no me arrepiento de nada
-ni yo joder

Sergio sonríe. Por fin la suerte parece estar de su lado. Pero se siente extraño. Se acerca a Efraín y le da un tímido beso en los labios. Efraín le abraza y alarga el beso. Un beso perfecto. Dulce en todos los aspectos. Sergio no se acostumbra a la sensación de estar con el, a pesar de haber estado besándose toda la tarde como locos.
Después de unos minutos se separan.

-¿entonces nos volveremos a ver?
-por mi me tiraba toda la noche contigo Sergio. Pero vayamos despacio
-esta bien. Toma mi teléfono. Cuando te apetezca verme llámame

Sergio se va y entra en su portal. Sonriendo. Sonriendo sin parar. Se siente mas lleno que nunca.

Tamara se acerca a Iván y se arrodilla. Este la mira y sonríe. Pero no con la sonrisa de siempre. Se nota que es una sonrisa falsa. Una sonrisa para que no se preocupe.

-¿Qué te pasa Iván?
-nada. Solo estoy un poco triste. Pero se me pasa pronto
-Dímelo. Puedes confiar en mí
-ya tienes bastantes problemas como para preocuparte por mi
-tu siempre me ayudas. ¿Por qué no iba yo a hacer lo mismo por ti?

De los ojos de Iván sale una lágrima. Tamara le coge las manos.

-no es que me haya pasado nada. Solo que todos los meses en este día me siento mal. Hoy hace dos años y medio desde que mi madre murió. Esta tarde he estado en el cementerio.
-lo siento ¿puedo hacer algo para que te sientas mejor?
-de verdad que no me apetece hacer nada
-¿sabes? Vamos a irnos de aquí, vamos a olvidar tus problemas y los míos. Ya basta de sentirse mal
-tienes razón. Además el mayor problema aquí lo tienes tú, ¿ya te has hecho el test?
-todavía no he sido capaz
-corre, vistete. Te voy a llevar a un sitio para que te despejes. Y cuando volvamos vas a hacerte ese test. Y pase lo que pase, salga el resultado que salga. Sabes que voy a estar contigo.

Ambos se visten y salen al jardín. Se ponen los cascos e Iván arranca la moto. Tamara vuelve a agarrarse a el. Se agarra con mucha fuerza. Como si pudiera escaparse. Como si se soltara el se fuese a ir para siempre. Como si pudiera desaparecer.
No tiene ni idea de donde van. Pero se siente bien. ¿Cómo no se va a sentir así estando con Iván? Es increíble que exista alguien como el. Tiene que tener algún defecto. Pero no se lo ve. Cuando le toca. Cuando le sonríe. Simplemente cuando le roza su corazón se acelera. Iván le saca de sus pensamientos cuando para la moto.

-¿otra vez a la playa? La próxima vez me traigo bikini aunque sea invierno
-no vamos a estar en la playa precisamente tonta. Sígueme.

Ambos empiezan a andar. Hace una noche muy fría. Pero no corre ni pizca de viento. La luna esta gigante y las estrellas brillan sin parar.
Se acercan a una especie de cabaña de madera e Iván saca algo de ella. Es una barca.

-¿y eso?
-es de mi padre, también tenemos un barco a motor
-¿hay algo que tu no tengas?

Iván piensa la respuesta “a ti”, lo primero que se le ha ocurrido no habría sido lo más adecuado para decir. Mira a Tamara que sigue esperando que conteste. Esta hermosa. Parece tan frágil. Como si pudiera romperse si la tocas.

-si, pero hay algo que nunca podré tener. Un dinosaurio

Ambos ríen. A Tamara le encantan los simpsons. Pero más le gusta la sonrisa de Iván.

-¿y estas seguro de que tu sabes manejar ese cacharro? ¿Me puedo fiar de ti?
-eso no te lo voy a decir. Pero no te queda más remedio que hacerlo. Aunque empezaras a correr o gritaras con todas tus fuerzas nadie te escucharía. Puedo sacar la mascara de scream y hacerte picadillo. O coger la motosierra estilo matanza de texas y perseguirte por toda la playa, o hablarte desde una pantalla a lo saw. Aunque también puedo no hacer nada de eso y pasar una noche bastante tranquila.
-prefiero dejar la emoción para otro día

Ambos sonríen de nuevo. Aunque no ocurra nada de eso Tamara esta inquieta, emocionada. Le tiemblan las piernas. Iván es la única persona que puede hacer que se ponga nerviosa. Pero a la vez también es el único que la tranquiliza.
Llegan a la orilla e Iván amarra la cuerda de la barca a un pequeño tronco.
Ayuda a Tamara a subirse y suelta la cuerda. A continuación se sube detrás el y empieza a remar.
Se quedan en silencio durante un rato. Tamara se siente bien. No le hace falta hablar para rellenar el silencio. Es un silencio agradable. Con ver la cara de su hermanastro le vale.

-¿y si lo estoy? ¿Y si estoy embarazada que voy a hacer?
-no pienses ahora en tus problemas. Hemos venido aquí para relajarnos. Cuéntame algo que te guste hacer.
-estar contigo

Iván sonríe como siempre. Se toca el pelo y sigue remando. Tamara se queda ensimismada.

-eso no vale. Algo que siempre haces. Algo tan insignificante que nunca le das importancia, pero aun así te hace sentir bien.
-nose. Me gusta estar metida en la cama en invierno. Me gusta la sensación de ir entrando en calor poco a poco. De sentirme protegida dentro de ella.

Iván vuelve a reírse. Parece estar feliz de verdad por primera vez en toda la noche. Saca de su bolsillo algo y lo pone en la mano de Tamara.

-cierra el puño muy fuerte. No lo habrás todavía. ¿Sabes algo que me encanta a mí? La lluvia. La sensación del agua recorriendo tu cara. Besar a alguien debajo de la lluvia tiene que ser realmente hermoso.

Ahora es Tamara quien sonríe. Abre al fin su mano. En ella hay una foto.

-¿y esto?
-soy yo con 4 años. Para cuando te sientas mal. Para cuando pienses que a nadie le importas. Estés donde estés. Veas mi foto y te acuerdes de mí. Y sepas que hay alguien que se preocupa por ti.
-zaida tiene que estar encantada contigo
-zaida y yo no somos nada

Tamara vuelve a sonreír. Por un momento se ha quitado un peso de encima. Y no tiene porque. Ella tiene novio. Tiene que saber de una vez que es lo que quiere.

-¿y como alguien como tu no puede tener novia?
-no me apetece. La última vez ya me la jugaron bastante

Tamara se sorprende. ¿Quién en su sano juicio dejaría escapar a Iván? ¿Quién no querría estar con el?

-¿Qué paso?
-algo muy típico, se enrollo con mi mejor amigo
-vaya
-pero ya no es solo eso. La cosa no funcionaba. Ella solo me quería por las apariencias. Solo me quería para presumir delante de sus amigas. Para estar debajo de las sabanas ya tenía al otro.
-joder

Iván se pone serio. No debió ser una buena experiencia. Ella nunca se ha sentido así. ¿Cómo seria el otro chico? Debía de ser increíble para que dejara escapar a Iván…
Ni eso es una justificación.

-¿tan difícil es encontrar a alguien normal?
-todas las personas son normales. Solo que cada persona es diferente.
-¿sabes Tamara? Carlos tiene mucha suerte. Si no se da cuenta de lo que tiene es gilipollas. Eres increíble.
-a Carlos solo le importa una cosa
-tienes que hacerte valorar. Tiene que quererte de mal humor. Fea o guapa. En tus peores y mejores momentos. Tiene que quererte si estas borracha. Si engordas o si tienes un mal día. Si ante todo eso sigue perdiendo el culo por ti, esa es la persona que merece la pena.
-¿sabes lo que yo quiero? Una casita en la playa

Iván sonríe. Tamara se acuesta y apoya su cabeza en las piernas de el. Este le hace cosquillas en los brazos.
Tamara mira la luna. Después mira a Iván. El le dice con su mirada lo que nadie ha sido capaz de decirle con palabras.

Capitulo 20: cambios

Es mediodía del viernes. Tamara se ha saltado las dos últimas clases. Se encuentra en su habitación. Esta más nerviosa que en toda su vida. Encima no ha visto casi nada a Iván en toda la mañana. Por lo menos ha puesto al día a Sergio.
Necesita a Iván para ir a comprar la prueba de embarazo, pero no esta en casa. No sabe donde habrá ido. Suena el teléfono.

Sergio se dirige a la biblioteca. Lleva varios días sin ver a Efraín. No lo ha vuelto a ver desde aquel día que le soltó una borderia. No tenia que haberlo hecho. Le sigue encantando. Entra a la biblioteca y ahí esta el, después de tantos días…
A Sergio le da un vuelco el corazón, Efraín le ha sonreído desde donde esta.

Tamara se viste rápidamente y sale de casa. Ha quedado con Gaspar. Lo necesita. Necesita a alguien para afrontar su problema. Se siente triste. El imbecil de Carlos debería de ser el que le acompañara.
Llega al parque de siempre y ahí esta Gaspar. Con su gran sonrisa como siempre. Con su mirada descarada.

-¡ole las cosas bonitas!, que te comía y me cosía el culo para no cagarte
-hola feo-dice Tamara sonriendo-
-¿y esa carita?
-tengo un problema bastante gordo, y necesito ayuda
-soy todo oídos. Llego el gran Gaspar
-vamos a tomar algo y te lo cuento

Iván va por la carretera subido en su moto. Llega por fin a su destino. Se quita el casco y coge las flores que lleva guardadas.
Entra al cementerio. Hoy no es un gran día para el. Hace dos años y medio que su madre murió.

Tamara y Gaspar están dentro de una cafetería. Esta no para de remover su café una vez tras otra.

-¿me vas a decir ya que te pasa? No será para tanto
-si lo es, y necesito que tu compres algo que yo no soy capaz de comprar
-¿preservativos?
-¡Gaspar! Aunque la verdad que el tema va por ahí
-que te pasa ¿tienes miedo a hacerlo?
-¡joder no! Necesito una prueba de embarazo

Los de la mesa de enfrente se giran. Gaspar se queda en silencio.

-¿tu piensas con la cabeza? tienes 15 años Tamara, un niño es una responsabilidad muy grande
-lose joder, lose. Te juro que usamos precaución. Pero a mi novio se le rompió. Eso es todo.
-te voy a llevar a un sitio
-¿ahora?
-si, necesito enseñarte algo

Sergio se sienta en la mesa de siempre. Efraín se acerca y le habla.

-hola de nuevo, espero que esta vez no salgas corriendo
-me pillaste en un mal día
-¿y hoy tienes un buen día?
-la verdad que no se que decirte. No es ni malo ni bueno. Solo un día sin más.
-yo puedo cambiar eso. ¿Quieres que vayamos a dar una vuelta? Creo que puede ser más divertido que perder el tiempo aquí como un ratón de biblioteca.

Efraín le sonríe. Sergio se empieza a poner nervioso. Efraín es bastante atrevido. Y si a eso le unes su gran atractivo es una bomba de relojería. Las palabras salen de su boca solas.

-a mi me gusta estar aquí
-si quieres podemos ir a otra biblioteca
-esta bien, vayamos a dar una vuelta

Tamara y Gaspar llegan a un edificio un poco antiguo. No esta muy lejos de su antigua casa.
-aquí es, voy a enseñarte algo que no he tenido valor de decirte hasta hoy

Suben unas escaleras bastante estropeadas. Gaspar saca una llave y abre la casa del ultimo piso, al hacerlo un niño pequeño empieza a correr y salta a los brazos de Gaspar.

-¡papa!
-hola cariño, voy a presentarte a una buena amiga. Esta es Tamara

El niño la mira con cara de asombro y la inspecciona lentamente. Es bajito y delgado. Tendrá unos 4 o 5 años. Tiene el pelo rubio y los ojos de Gaspar. Es su hijo. Todavía esta asombrada. El niño termina de mirarla y sonríe.

-te doy el visto bueno papa. Me gusta tu nueva novia

El niño se acerca a Tamara y le da un beso. Después dice adiós con la mano y sale corriendo.

-¿tienes un hijo?
-si, por eso te he dado el sermón antes. Pero eso no quiera decir que me arrepienta. Es lo más importante que tengo en mi vida.
-¿y porque no me lo has dicho antes?
-me daba miedo que te alejaras de mi por ello, muchas chicas no quieren a nadie que venga con paquete
-yo no voy a dejar de ser tu amiga porque tengas un hijo. ¿Con cuantos años lo tuviste? ¿Y su madre?
-con 14 años. Mis padres se enfadaron muchísimo. Su madre murió en el parto
-lo siento mucho
-no tienes que sentir nada. Solo quiero decirte que tienes que tener cuidado. Y ahora vamos a comprar ese maldito test.

Gaspar acaricia la cara de Tamara y le da un beso en la frente.
No va a ser un momento fácil para ella.

Efraín y Sergio están en un parque tomándose un helado. Sergio esta bastante cortado. Efraín le intimida bastante.

-se te va a derretir
-¿Cómo?
-el helado. ¿Siempre eres tan despistado Sergio?
-no suelo. Parece que tú me despistas un poco
-pues es la primera vez que me pasa

Efraín se arrasca la cabeza. Sergio vuelve a ver la cicatriz de su mano. El primero se da cuenta de que la ha visto.

-tonterías que se hacen cuando eres joven. Tenía muchos problemas
-eso es tomar la vía fácil
-lose, pero no tenia ganas de nada. Aun sigo sin tenerlas
-¿y no vas a hacer nada para cambiarlo?
-ya lo estoy haciendo

Efraín se acerca a Sergio y lo besa. Sergio se queda sin palabras. Inmóvil. Efraín le acaricia la espalda y lo atrae junto a el. Sergio se deja llevar.

-¿te parece un buen comienzo para cambiar mi vida?
-definitivamente si. Es lo mejor que has hecho nunca. Seguro.

Efraín sonríe. Se besan de nuevo. Los labios de Sergio están calientes. Tiembla. Es el mejor beso que le han dado nunca.

Tamara llega a casa. Es la hora de cenar. Por fin ha comprado la prueba de embarazo. Y todo gracias a Gaspar. Sin el no hubiera sido capaz. Aunque hay una persona con la que también podría haberlo hecho. Iván. Hecha de menos su olor, su manera de mirarle.
Entra a casa y se quita los zapatos. No hay nadie dentro. O eso cree ella. Sube las escaleras y escucha un sonido. Es la guitarra. La guitarra de Iván. Abre la puerta.
Hay esta el. La persona que hace que flote sin levantar los pies del suelo.
Pero su preciosa sonrisa no esta en su cara. En ella solo hay lágrimas.

Capitulo 19: el mejor apoyo

Iván no sale de su asombro. Pero tiene que contestar a Tamara. Tiene que ayudarla.

-¿estas segura de ello?
-No. Tengo que hacerme la prueba. Tengo miedo Iván
-sal al pasillo
-¿ahora? Nuestros padres estarán durmiendo
-no importa, sal

Iván sale y ahí esta Tamara. Cabizbaja. Despeinada. Con los ojos hinchados. Ninguno dice nada. Iván se acerca a ella y la abraza. Se quedan así durante unos segundos.

-Tamara ponte unos zapatos. Vamos a salir a tomar el aire
-¿A dónde? ¿A estas horas?
-si, a estas horas. No te lo había dicho, pero tengo una moto. No tardes y pon los peluches como siempre. Te espero fuera.

Tamara va a su cuarto y se calza unos zapatos. Baja las escaleras y sale a la calle. Iván esta esperándole montado en una moto gris.
Se sube a ella y se pone el casco.

-agarrate que no te caigas

Tamara hace caso. Pasa sus manos por delante de Iván y se sujeta muy fuerte. Permanecen en silencio.
Ella apoya su cara en la espalda de Iván y le acaricia el torso. Se siente débil y triste.
El corazón le va a mil. Necesita a Iván. La moto se para.

-es aquí
-¿la playa? Me encanta

Los dos empiezan a andar. Tamara siente vació en su interior. Corre y coge a Iván de la mano. Se siente mejor. Se siente protegida. Llegan a la arena y se sientan.

-¿ahora quieres que te cuente como ha pasado?
-no, no quiero saber mas. Solo quiero que estés bien
-no puedo estar bien. Estoy muy preocupada
-ya veras como todo sale bien. Yo voy a estar contigo
-¿Por qué lo haces? Parece que hubiera sido culpa tuya
-lo hago porque no quiero que estés mal

Tamara sonríe y abraza a Iván. Ambos se quedan quietos, aspirando el olor del otro.

-¿sabes? Haces que me sienta bien. Pero aun así no puedo parar de pensar en la que me viene encima
-no pienses ahora en eso. Relájate. Piensa en los tuyos. En las personas que más quieres. Piensa en lo que te hace feliz.
-ahora mismo la única persona que me hace feliz eres tu

Los dos ríen. Iván se levanta y ofrece su mano a Tamara.

-Vamos a correr. Vamos a gritar. Vas a soltar todo lo que te preocupa
-no quiero gritar, ni correr. Hay una cosa que me tranquiliza más
-¿el que?
-tu

Tamara abraza de nuevo a Iván. Este la rodea con los brazos. Ella le acaricia la espalda de nuevo. Aspira su olor otra vez. Huele muy bien. Tiene un olor maravilloso.
Después de un pequeño rato se apartan.

-¿estas mejor? La verdad que la opción que has elegido es mejor que la que te había propuesto. Deberíamos de volver a casa

Suben de nuevo a la moto. Tamara se agarra con fuerza otra vez. No tiene ganas de llegar a casa. Pero ya están llegando. Bajan de la moto e Iván la mete en la cochera. Tamara esta esperándole en el jardín.
Sonriendo. Sonriendo como no lo hacia en todo el día.

-¿de que te ríes?
-de ti. Eres adorable cuando quieres
-no te acostumbres. Cuando menos te lo esperes cambio el chip

Iván corre y coge a Tamara. La tira a la piscina y el cae detrás.
Los dos están en la piscina. A las 12 de la noche en pleno invierno. Tamara intenta hacerse la enfadada, pero al ver a Iván rompe a reír.

-eres un capullo
-seré un capullo, pero he conseguido que te rías. Aunque he de reconocer que no estaba en mis planes mojarme también yo
-esta piscina es mejor que la de mi futura casa
-eso seguro

De nuevo ríen. Tamara empieza a perseguir a Iván para ahogarle. Sus esfuerzos son inútiles y la que termina ahogada es ella.

-se que decirte esto a las 12 de la noche metidos en una piscina no tiene mucha seriedad… pero gracias, gracias de verdad

Iván sonríe. A Tamara se le paraliza todo el cuerpo. No puede moverse. No puede pestañear. Solo lo ve a el y a su sonrisa.
Por un momento le parece lo más hermoso que ha visto nunca.
Iván sale de la piscina y ella detrás. Están completamente mojados. Entran a la casa andando sigilosamente. Alguien se cae al suelo resbalando con el agua. Por una vez no es Tamara.
Iván cae al suelo de cabeza. Tamara le ayuda a levantarse. A ambos les entra una risa histérica típica de una gran borrachera de un sábado noche.
Las luces se encienden. Mercedes los mira con cara de asombro.

-¿Qué jaleo tenéis montado? Es tardísimo. ¿Y porque estáis mojados?
-estaba lloviendo mama
-¿lloviendo?

Tamara e Iván empiezan a reír de nuevo. Esmeralda no entiende nada.

-anda y subir para arriba delante de mi. Que yo os vea.

Los tres suben las escaleras y se meten en sus cuartos.
Tamara vuelve a la realidad al sentarse en su cama. Iván le ha hecho olvidar todo por unas horas, pero el problema sigue ahí. Tiene que hacerse el test de embarazo.

Gaspar sale del hospital. La cosa esta bastante jodida. Necesita un riñón pronto. No quiere imaginar nada.
Sigue andando y llega a casa. Al entrar hay un silencio sepulcral.
Va hacia el cuarto de Damián y le da un beso de buenas noches. Ya esta dormido.
Se dirige a su cuarto. La luz del teléfono parpadea sin parar.

Miguel va en su coche a toda pastilla. Va borracho como una cuba. La noticia que ha recibido hace unas horas le ha destrozado por completo.
Ya no le importa nada. Ya nada tiene sentido si no esta ella.
Ya no quiere vivir si ella no esta en su mundo.