Bailando entre Nubes

Capitulo 1: todo cambia

Es un lunes de abril, son casi las 10 de la noche , Tamara esta enfadada, mucho, lleva encerrada en su habitación toda la tarde, y piensa hacerlo también toda la noche, ni siquiera ha cenado, pero tampoco quiere, no quiere que sus padres vean que ha dado el brazo a torcer, no quiere que la vean mas llorar, pero no puede parar, tiene los ojos hinchados, tanto que ya ni los siente, ya no siente nada, lo que ha pasado le sobrepasa, nunca hubiera sospechado que podía pasar algo así, en su familia, su feliz familia…

Varias horas antes…

Tamara vuelve del instituto, ha sido una buena mañana, han faltado varios profesores y no han tenido que hacer muchas cosas, además todo va viento en popa con Carlos, con el chico que esta saliendo, este viernes harán dos semanas, se siente la tía mas afortunada del mundo

Llega a casa y ve a sus padres sentados en el sofá, con unas caras muy serias, nunca los había visto tan serios, piensa que alomejor son imaginaciones suyas y entra y les saluda.

- ¡oye! ¿y esas caras? Ni que se hubiera muerto alguien, ¿que os pasa?

- Hija siéntate, tu padre y yo tenemos que hablar contigo

- ¿Que he hecho? Se que últimamente no saco muy buenas notas, pero voy a mejorar lo juro…

- no hija no es eso, es algo que deberíamos haberte dicho hace mucho tiempo, y no encontrábamos el momento

- me estáis asustando, ¿Qué sucede?

- Díselo tu Adolfo

- Veras hija, las cosas entre tu madre y yo no van bien hace mucho tiempo, y …

- No, no...nooo callaros, no quiero oírlo, no os iréis a separar, ¿verdad? ¿os habéis vuelto locos o que?

- Cariño, no podemos seguir así, además yo he encontrado una persona, y hace tiempo, pero no había sido capaz de decirte nada

- Pero… os separáis, me ponéis al margen de todo, y encima me estas diciendo que estas con otro tío hace tiempo, y yo no sabia nada... ¿no pensáis en mi?

- Te juro que en ti es en lo único que pensamos, por eso no te lo hemos dicho antes, pero ya es definitivo

- Pero…

- Y hay mas, y intenta tomártelo lo mejor que puedas, el jueves nos mudamos

- ¿mudarnos? Yo tengo todo aquí, mis amigos… (en ese momento piensa en Carlos, si se mudan también lo perderá a el) no quiero separarme de esto…

- no tienes que separarte de nada, solo vamos a cambiar de casa, tendrás los mismos amigos, el mismo colegio

- pero no estaréis juntos, me habéis engañado como si fuera una cría, me lo podíais haber contado, os odio, OS ODIO!!!

- ¡pero hija!

- Déjame

Y con todo eso concluyo la conversación, Tamara se fue rápidamente a su cuarto y dio un portazo, su padre se fue a trabajar, y su madre ni intento entrar en la habitación, le dejo su espacio para pensar, en eso estaba agradecida, y la verdad que después de pensar también estaba bastante arrepentida de haberle hablado así a sus padres, pero no era justo que le hubieran engañado, que le hubieran estado ocultado algo tan importante para ella, nunca habían tenido problemas, y ahora esto, y encima eso no era todo, también se iban a tener que mudar, y ahora que caía, seria con ese hombre del que se había enamorado su madre, ¿ enamorado? ¿Pero que tontería es esa? Llevan 20 años casados y ahora de repente se enamora, no puede ser…

Aunque ella tampoco puede juzgar a nadie, Carlos es su primer novio oficial y la verdad que le gusta mucho, pero enamorada… no siente eso que todo el mundo dice, esas mariposas en el estomago, ese nerviosismo…

A su cabeza vuelve el supuesto novio de su madre, ¿como será? Va a tener que convivir con el…

Después de varias horas decide volver a conectar con el mundo, necesita hablar con alguien, inicia sesión y una pantallita naranja parpadea sin parar, es Mónica, su mejor amiga

- ¿Tamara? Pensaba que te había tragado la tierra, llevo todo el día llamándote al móvil

- lo siento, pero no tenia ganas de nada, mis padres se separan

- que dices!!!

- Que se separan y encima nos vamos a vivir con una persona que ha conocido mi madre

- De verdad que me estoy quedando helada

- Mas lo estoy yo, voy a dormir un rato, me hace falta

- No te preocupes cariño veras como todo se soluciona, descansa

- No tiene solución, mañana te cuento mejor

Dicho esto cierra el MSN y se acuesta, todavía pequeñas lagrimas caen por sus ojos, sus ojos azules, Tamara es alta, delgada, morena, tiene unos rasgos muy marcados, unos labios muy carnosos y un gran cuerpo, siempre le ha gustado a todos los chicos… y eso que solo tiene 15 años, piensa en Carlos… pronto aran dos semanas, lo conoció en una cafetería cuando iba con sus amigas, el se acerco con sus amigos y empezaron a hablar, no tardaron mucho en salir, a los 3 días comenzaron su relación, todavía no siente gran cosa por el aunque se quiera auto convencer de que si, es demasiado pronto, sigue pensando en como será su nueva vida y sus ojos se cierran de cansancio.

Pipipipipipi… maldito despertador, ya es de día, no tiene ganas de levantarse, no tiene ganas de enfrentarse a su madre, ni de hablar de lo ocurrido ayer, y menos de hablar de aquel hombre que va a vivir con ellas…

De repente tiene una idea, ¿y si se fuera a vivir con su padre? Así no tendría que vivir con una persona desconocida, aunque pensándolo mejor, ¿su padre también se habrá enamorado?, ENAMORADO, es de locos…

Están completamente locos, y encima le arrastran a ella a su locura, no les perdonara nunca…

Por fin se levanta, y va camino al baño, pero da la vuelta, no tiene ganas todavía de ver a su madre, así que cambia el rumbo hacia el armario, se quita el pijama dejando al desnudo su silueta en el espejo, ha engordado, pero aun así sigue estando delgada, como le decían en el colegio, siempre será Tamara palillo de dientes, que rabia le daba, igual que la rabia que le da ahora la separación de sus padres, puff , se esta obsesionando…

También debería de comprenderles, si ya no se quieren no tienen porque estar juntos, tienen derecho a ser felices… esta siendo muy egoísta, además peor hubiera sido que su madre la hubiera sacado del país… si, eso hubiera sido peor, así que después de su reflexión, se pone unos vaqueros ceñidos y una blusa rosa y se dirige hacia el baño.

Se cepilla su blanca dentadura y se atusa un poco el pelo. Es la hora de dar la cara ante su madre.