Capitulo 13: confusiones

-¿Dónde? No lo veo

-ahí, junto al coche amarillo

-joder. Sergio acompáñame

-¿a donde? ¿Qué haces?

Tamara tira del brazo de Sergio. Este le sigue sin mucho entusiasmo.

Se paran. Sergio se pone rojo.

-¿Gaspar que haces aquí?

-pasear. ¿Este es al colegio al que vienes?

-exacto. ¿No me estarás siguiendo?

Gaspar sonríe. Con la misma sonrisa que la noche que le beso. Con esa sonrisa que hace que a Tamara se le pongan los pelos de punta.

-¡vaya! Me has descubierto. Tengo trece coches vigilando los alrededores y varias cámaras por toda la ciudad. También tienes tu una en el zapato. Te la puse la otra noche.

Tamara sonríe. El también lo hace. Sigue un rato callada hasta que se acuerda de que su amigo Sergio sigue ahí.

-perdonad que no os he presentado. Sergio este es Gaspar un amigo. Gaspar este es Sergio otro amigo también.

Gaspar sonríe y le estrecha la mano a Sergio.

-encantado Sergio. Tamara me tengo que ir ya. Llego tarde al trabajo. Espero que pronto hablemos y nos volvamos a ver.

-nosotros también tenemos que entrar. Claro que hablaremos. Pero la próxima vez prefiero que quedemos de día.

-¿entonces hay próxima vez no?

-claro

Gaspar sonríe de nuevo y se acerca a Tamara. Le da un beso en la cara.

-pues te tomo la palabra. Hasta luego

Sube a su coche y se aleja. Dejando atrás a una chica embobada y a un chico alucinando.

-Tamara no me digas que conoces a ese tío

-tengo muchas cosas que contarte

La sirena suena. Ambos empiezan a andar hacia la clase.

-yo solo tengo una que decir. Tu amigo es el chico del que te hablaba.

-¿Gaspar? ¿Gaspar es tu futuro esposo?

-ya no es nada. ¿No es gay verdad?

-que yo sepa no

-vaya ojo tengo

Los dos ríen. Pobre Sergio. Entran a clase. Tamara sigue avanzando. Ve a Iván. Le aparta la mirada y se sienta.

La mañana pasa rápida y es la hora de salir. Tamara habla con Sergio y quedan en verse por la tarde.

Se despide de el y ve a Iván subiendo al autobús. Corre y sube a tiempo. Se sienta junto a el.

-hola Iván

-hola. Quería hablar contigo

-yo también. Empieza tú

-primero te voy a decir algo malo. Sigues haciendo las cosas sin pensar

-¿otra vez te has dado cuenta de que anoche no estaba?

-si. Pero que yo sepa tu madre no se ha enterado de nada

- y esta vez que buscabas en mi cuarto, ¿melocotones?

-no. Ahora viene lo bueno. Iba a pedirte perdón

-¿tu a mi? ¿Y a que debo ese honor?

-a que no me porte bien contigo ayer. No tenia que haberte hablado así. Tú no me has hecho nada.

-vaya. Empiezas a decir cosas sensatas

-no lo hagas mas difícil. Siento haberme portado así contigo

El autobús para. Es la hora de que bajen.

-¿entonces me pides perdón no? ¿Reconoces que te has comportado muy mal conmigo?

Tamara sonríe de una manera traviesa. Ahora es ella la que fastidia a Iván.

-no me líes mas. Ya he hecho lo que tenia que hacer. ¿Qué tenias que decirme tú?

-lo mismo. Que nos demos otra oportunidad. No hemos empezado con buen pie. Pero todavía estamos a tiempo.

-claro que si. Tengo que seguir viendo como haces el ridículo en

cualquier ocasión.

Tamara da un pequeño puñetazo a Iván. Este se acerca y le da un abrazo. Ella lo aparta y le saca la lengua. Se mete en casa y empieza a subir las escaleras. Cuando quiere su hermanastro es un encanto.

Miguel entra al edificio. Sube las escaleras y le abren la puerta.

Entra en la zona de visitas. Hay esta Sofía. Con esa horrible ropa. Esta mucho más delgada. Pero sigue estando preciosa.

Se sienta. Le tiemblan las manos. No soporta ver a la persona más importante de su vida así.

Coge lo único que les comunica. Un teléfono.

-hola cariño

-hola miguel

Ella sonríe. Mostrando su preciosa sonrisa. Se nota que esta cansada. Se ve que esta sin vida.

-¿Cómo estas?

Esa es una pregunta estupida. Pero tiene que hacerla. Cuanto más la ve así mas grandes son sus ganas de llorar.

-podría estar mejor seguro

Ambos ríen. Miguel sigue destrozado por dentro. Necesita tocarla. Besarla. Necesita tenerla.

-cariño te voy a sacar de aquí. Algún día te sacare de aquí, lo juro

-te quiero

Los dos tocan el cristal juntando las manos. Es lo mas cerca que pueden estar.

Tamara se levanta adormecida. Mira el reloj. Son las 5. Ha quedado con Sergio a las 7. Todavía le sobra tiempo.

Algo la ha despertado. ¿Pero el que? Ahora lo recuerda. Ha sido un sonido. Vuelve a oírlo. Una canción preciosa. Un piano. ¿Un piano en su casa? imposible.

Se levanta y empieza a andar. Siguiendo la melodía. Viene del cuarto de Iván. Nunca ha entrado. Abre la puerta y entra.

Y ahí esta el. Tocando el piano.

Sergio se dirige a la biblioteca. Ha quedado con Tamara a las 7 para estudiar allí. Pero prefiere ir antes y leer un poco. Llega y entra. Vuelve a buscarle con la mirada, aun sabiendo que no tiene nada que hacer con el. Y ahí esta. Se encuentra sentado no muy lejos. Ni le mira. Tampoco le iba a saludar. No se acordara ni de su cara.

No sabe porque pero le encuentra algo diferente. Algo que no le vio por la mañana.

-Iván, ¿tocas el piano?

-si. Me gusta tocar para olvidar los problemas

-no tenia ni idea. A mi me encanta

-¿sabes tocar?

-no, pero me encantaría

Iván le mira. Sonriéndole de una manera muy tierna. Tamara se pone colorada. De repente siente una vergüenza absurda. Y ahí sigue el sin dejar de mirarle. Sin dejar de sonreír.

-¿Por qué me miras así?

-me haces gracia. ¿Quieres que te enseñe a tocar?

-¿a tocar el que?

-¿Qué va a ser? El piano. Aunque si quieres te puedo enseñar a tocar otras cosas.

Tamara se pone más roja aun. Como siga así va a parecer un bote de tomate orlando. De repente Iván estalla en carcajadas. Se empieza a reír como un poseso.

-¿Qué te hace tanta gracia?

- tu cara, tenias que haberte visto.

-la tuya es peor

Tamara coge un bolígrafo de la mesa y le pinta la cara a Iván. Ahora el también esta ridículo. Los dos se empiezan a reír de nuevo.

Iván empieza a perseguir a Tamara. Esta corre por toda la casa. El le alcanza y también consigue pintarle. Los dos se sientan en el sillón agotados.

Sergio sigue sentado leyendo. Gaspar pasa por su lado. Sergio le mira y le saluda con un tímido hola. El chico se para y le habla.

-¿nos conocemos?

-no exactamente. Soy Sergio. Nos presentaron esta mañana

-¿esta mañana? No lo recuerdo. Yo soy Efraín. Encantado