viernes, 22 de abril de 2011

Capitulo 15: tarde de “estudio”

Iván se empieza a vestir. ¿Qué demonios hace? ¿Para que queda con la salida de su clase?
Todavía no entiende por que lo hace. Es como si su cuerpo se moviera solo. Como si no pudiera controlarlo.
Se aburre. Debería de estudiar. Pero no le apetece. Nunca ha estudiado y no lo va a hacer ahora.
Se termina de arreglar y coge las llaves.
Sale de casa y empieza a andar. Ha quedado con zaida en un parque cercano. ¿Dónde querrá llevarle?

Tamara sigue de pie. Alucinando por lo que le ha contado Efraín. Impresionada por la noticia. Disgustada por no que se haya enterado por boca de Gaspar. Hablan un poco mas y se despide de el. Es idéntico a Gaspar físicamente. Pero su personalidad es completamente distinta.
Se acerca a Sergio todavía impresionada por lo ocurrido.

-Sergio flipa. Efraín existe. Gaspar también. Son dos.
-¿gemelos?
-si. Parece de una película. Sergio tengo que irme.
-¿A dónde vas ahora? Si no has abierto el libro. Y tampoco me has contado nada todavía
-te juro que mañana hablamos. Ahora necesito hablar con otra persona

Iván llega al sitio en el que ha quedado con zaida. No ve a nadie. Es un parque bastante solitario. A decir verdad es un parque bastante feo.
Se sienta en un banco a esperar. Pero no le va a hacer falta.
Viene andando a lo lejos. Contoneándose de nuevo.
Llega a su lado y le saluda con dos besos. Ambos se quedan callados en un silencio bastante incomodo. Al parecer es la típica chica que por ordenador es muy lanzada pero en persona se corta. Iván intenta romper el hielo.

-¿bueno y a donde vamos? ¿No tenias tantas ganas de que nos viéramos?
-si quieres podemos ir a tomar algo
-me parece bien

Los dos empiezan a andar. La chica no habla casi nada. Es un poco sosa. Iván intenta hacerle reír. También es un poco siesa. Se resigna. Va a ser una tarde aburrida.

Gaspar llega a casa. Hay un silencio absoluto. Entra al cuarto de su hijo. Esta completamente dormido. La canguro llegara en cualquier momento. Suena el teléfono. Damián se remueve en su cama.
Gaspar sale del cuarto del niño para no despertarlo. Contesta rápidamente.

-¿si?
-soy Tamara. ¿Podemos vernos?
-¿Tamara? ¿Como has conseguido este numero?
-eso da igual. Veámonos. Te dije que nos veríamos de nuevo
-esta bien. ¿A las 8 en el parque del otro día?
-vale. Ahí estaré

Gaspar cuelga extrañado. ¿Cómo habrá conseguido su teléfono?

Iván sigue con zaida. La chica se ha empezado a soltar. Pero no precisamente de manera natural. Se ha tomado dos cervezas y cada vez esta más suelta.
Salen de la cafetería después de que la chica se tome dos cervezas más. No tenía que haberle dejado beber.
Ahora el se tendrá que comer el marrón.
Siguen andando y se sientan en un banco. La chica no para de desvariar y decir tonterías.

-Iván eres un encanto. No como mi último novio. Me lo tire y me dejo. Me dijo que ya que me había probado no le interesaba mas. Era un autentico cerdo.
-vaya chaval
-encima lo hicimos varias veces y no daba para nada la talla
-vaya con el chaval
-y para colmo le olían los pies

Iván empieza a reírse. La situación es surrealista. Ya no sabe que decir. No le interesa para nada si a su antiguo novio le olían los pies, si tenía una casa en marbella o si le gustaba ver el comisario. Le da igual. La chica sonríe.

-de verdad que eres un cielo. ¿A ti no te olerán los pies no?

Iván ríe de nuevo. Es la pregunta más estupida que le han hecho nunca.

-te puedo asegurar que no. Soy bastante limpio

Su propia respuesta le hace reírse. Parece que esta en una entrevista de trabajo. Todo es absurdo.
Pero más absurdo es lo que la chica hace. Empieza a besarle. Iván se deja. No tiene ganas de apartarse. Zaida le atrae aunque sea un poco simple.

Tamara llega al sito que ha quedado con Gaspar. Todavía no ha llegado. Mira en los alrededores para asegurarse. Se fija en una pareja que se esta besando. Que monos. Pero ese pensamiento le dura poco. Es Iván. Iván besándose con una chica de clase. Le da una punzada en el corazón. Se siente un poco mal. Triste. Enfadada. Pero no tiene derecho a enfadarse. El no es su novio. Y es normal que este con alguien. Es un chico increíble.
Ve a Gaspar venir a lo lejos. Es lo que necesita para olvidarse de lo que acaba de ver. Se acerca a ella.

-hola preciosa
-hola Gaspar. ¿O eres Efraín?

Gaspar le mira extrañado. Con una cara quizás de alarma.

-¿Tamara conoces a mi hermano?
-si, y no precisamente porque tu me hayas dicho que tienes un gemelo
-¿Cómo quieres que te lo dijera? tampoco te he contado muchas cosas de mi.
-pues he hecho un poco el ridículo acercándome a el y hablándole como si fueses tu. Me habrá tomado por una chalada.
-cuando conozco a alguien no suelo decir “hola soy Gaspar. Por cierto tengo un gemelo, tres gatos y un perro”

Tamara sonríe. Gaspar le coge la mano.

-eres tonto
-te voy a leer la mano. Te llamas Tamara. Tienes un novio muy imbecil. Si yo fuese tu lo dejaría. Y tienes un amigo muy pero que muy guapo que creo que se llama Gaspar.

Tamara vuelve a reírse y da una pequeña colleja a Gaspar.

-no seas así. No he quedado contigo para que te rías de mí.
-vamos a hacer algo. Te voy a llevar a un sitio y vamos a conocernos. Así no te sorprenderás más si te enteras por ejemplo de que tengo una casa con dos cuartos de baño.

Tamara saca la lengua a Gaspar y comienzan a andar. Mira atrás. Iván sigue ahí. No puede olvidar ni por un momento la imagen de esa chica con el.

Sergio sigue en la biblioteca estudiando. O eso es lo que parece que hace. Pero lo único que esta haciendo todo el rato es dirigir sus ojos hacia Efraín.
Este se da cuenta y Sergio agacha la cabeza avergonzado.
Es increíble que se comporte así. Siempre ha estado con chicas y estaba bastante cómodo, pero claro, era porque no sentía nada por ellas.
Mira de nuevo hacia arriba. Efraín viene en dirección a donde esta.

Iván saca las llaves y abre la puerta de manera un poco bruta. Mientras tanto besa a zaida. Sus lenguas se rozan una vez tras otra.
Desliza sus manos por todo su cuerpo. Quizás sea por el efecto del alcohol. No tenía que haber bebido el también.
Lo que esta haciendo no esta bien. El no es así.
A su cabeza viene Tamara. De repente no ve ningún sentido a lo que esta haciendo. Pero igualmente sigue.
Coge a zaida de la mano y empiezan a subir las escaleras hacia la habitación.

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